[ Primera Página ] [ Introducción ] [ Sobre el Autor ] [ Mapa del Sitio ] |
|
Manual de Cantatas: Introducción |
Como es sabido, la cantata es una composición profana o religiosa para ser cantada a una o varias voces con acompañamiento instrumental. Es un producto típico de la música barroca, de la cual sintetiza los principales caracteres, a saber: las concepciones provenientes de la edad de oro del contrapunto, incluidos sus orígenes medievales, y simultáneamente todas las formas usadas y todos los procedimientos practicados en Europa desde comienzos del siglo XVII.
Originalmente la cantata era una serie de movimientos de carácter profano. En Alemania, esta forma primitiva de cantata no tuvo resonancia, y fue preciso que se fusionara con un género de música religiosa evangélica para que adquiriera, en la segunda mitad del siglo XVII, una enorme popularidad. Esa "cantata religiosa en estilo antiguo", permitió a los músicos de iglesia protestantes participar personalmente en la interpretación de las palabras bíblicas. Poco más tarde, a comienzos del siglo XVIII, la cantata evangélica adopto también dos formas de origen operístico: el "recitativo" y el "aria" Nace entonces la "cantata religiosa en estilo nuevo", cuyo maestro soberano iba a ser Bach.
Escribió Bach sus primeras cantatas hacia 1707, pero en su gran mayoría datan del lapso de 27 años que vivió en Leipzig. Desde su llegada a esta ciudad en 1723 como cantor de Santo Tomas, debió organizar los programas de música religiosa ejecutada en todas las iglesias de la ciudad, salvo una, la de la Universidad. Cada domingo y día de fiesta una nueva cantata debía ser interpretada, y la composición de casi todas ellas estaba a cargo de Bach. A esta obligación, en ocasiones abrumadora, debemos la suma de sus cantatas religiosas.
Según sus primeros biógrafos, Bach compuso cinco ciclos completos de cantatas destinadas a ilustrar 50 domingos y 9 fiestas por año, o sea un total de casi 300 cantatas. De estas solo se conservan cerca de 200. Con pocas excepciones son cantatas religiosas y están destinadas al culto luterano. Los textos, en alemán, son una mezcla de versículos bíblicos, de estrofas de ese tipo de himnos que floreció en Alemania con la Reforma, y de paráfrasis líricas de diverso origen. Generalmente la cantata bachiana se compone de pocos trozos -- 4 o 5 en termino medio-- en donde varias formas musicales se combinan y suceden de modos diferentes. Una de ellas es el coral, donde suelen utilizarse melodías litúrgicas populares del protestantismo, que Bach elabora de modo personal y diverso.
En cuanto a la numeración, es sabido que no guarda relación alguna con su orden cronológico. Por ejemplo, la No. 1 es de 1725 y la 199 de unos 11 años atrás. Tampoco el orden cronológico puede establecerse con absoluta precisión. (El Manual no incluye textos sobre las cantatas 15, 53, 141, 142 y 160 porque se ha establecido que no fueron compuestas por Bach).
En Mühlhausen, centro musical de Turingia a donde llega en 1707 para ocupar el puesto de organista de San Blas, el joven Bach compone sus primeras cantatas. Su ardiente deseo de renovar la música religiosa, que había estado dormido durante años, se despierta con fuerza irresistible. Ello se refleja en la música exuberante de esas cantatas en la que se advierte el influjo de los compositores alemanes contemporáneos suyos, como también el de las cantatas de Pachelbel, Böhm y Büxtehude. Son pues cantatas en estilo antiguo, cuyos libretos se basan casi exclusivamente en textos bíblicos y en estrofas de coral.
En 1708, en Weimar, es contratado como organista y seis años más tarde como Maestro de Conciertos. En esta ultima etapa, tuvo el encargo de componer y hacer ejecutar mensualmente una cantata. Su nuevo patrono, el duque Guillermo Ernesto, es un luterano ferviente, para quien la música constituye el instrumento ideal para glorificar al Señor. No podía pues hallar Bach un medio más propicio que el de aquella corte para realizar su proyecto de "una música de iglesia regulada para el mejor servicio de Dios", como lo expresa en su carta de dimisión al Consejo de Mühlhausen. Se diría que el apoyo del duque era todo lo que necesitaba para desplegar su genio.
Copyright Julio Sánchez Reyes - Todos los derechos reservados - All Rights Reserved