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Cantata 113: Señor Jesucristo, fuente de gracia
Kantata 113: Herr Jesu Christ, du höchstes Gut
Cantata Religiosa Compuesta en Leipzig

Esta cantata de contrición para cuatro solistas vocales, coro, flauta, dos oboes, dos oboes d'amore, cuerdas y continuo, fue escrita para el undécimo domingo después de la Trinidad de 1724. Se trata de una "estricta cantata-coral" basada en un himno de penitencia escrito por Bartholomäus Ringwaldt en 1588. Las ocho estrofas del himno corresponden a los ocho movimientos de la partitura; las estrofas primera, segunda, cuarta y octava son empleadas literalmente; las restantes son paráfrasis del texto original. Se inspira éste en la parábola del fariseo y el publicano, y en la parte de la Epístola de San Pablo a los Corintios que contiene el versículo "Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia para conmigo no ha sido en vano...". Como el himno de Ringwaldt consiste en una serie de reflexiones sobre estos pasajes que se suceden unos a otros sin ningún plan dramático, Bach aparentemente sintió la necesidad de asegurar la cohesión de la obra mediante la inclusión, en cada uno de los movimientos, de una anónima melodía de coral intitulada "Canto de aflicción y de consuelo".

Esta melodía es armonizada de manera sencilla en el coro con que se inicia la cantata, mientras los oboes y las cuerdas subrayan las palabras "Tú, fuente de gracia y fuente de bendiciones". Viene luego un coral en la voz de la contralto a la que acompañan las cuerdas. La estrofa correspondiente es una plegaria por la misericordia del Señor, y la música se desarrolla dentro de una expresión uniformemente plácida. Las severas palabras de la tercera estrofa (aria para bajo) se traducen sin embargo en una música que parece empeñada en eludir la tristeza. En el cuarto movimiento la estrofa correspondiente es musicalizada literalmente en forma de recitativo para bajo, en cuya voz la declamación alterna con el coral. El único movimiento que se aparta de esta actitud fundamental de severa contrición es el quinto (aria para tenor), que se inicia con una de las más amables melodías para flauta escritas por Bach. La alegría sin sombras de este movimiento se obtiene mediante su forma de aria italiana, su flauta concertante y su tonalidad de Re mayor. El sexto movimiento es un recitativo para tenor y cuerdas; y su texto, una paráfrasis de la parábola del publicano en la que Jesús aparece como amigo del pecador. La estrofa séptima se convierte en un dúo para soprano y contralto al que sólo acompaña el continuo. La estrofa octava da origen al sencillo coral conclusivo sobre las palabra "Fortaléceme con tu alegría, sáname con tus heridas".



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