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Cantata 80: Una firme fortaleza
Kantata 80: Ein feste Burg ist unser Gott
Cantata Religiosa Compuesta en Leipzig

Esta obra ilustra admirablemente la forma llamada "cantata-coral". Lo que define esta forma es el papel preponderante que en ella juega el "coral", nombre que se daba en Alemania a los himnos del protestantismo. La historia del coral comienza con Lutero quien, al elevarlo a elemento oficial de la nueva liturgia, lo convierte en factor poderoso de su acción reformadora. En 1542 publicó, en colaboración con Johann Walther y otros músicos, la primera colección de himnos protestantes. Y cinco años más tarde apareció su famoso coral "Una firme fortaleza", verdadero símbolo de la canción luterana.

La cantata 80, "Una firme fortaleza es nuestro Dios", conocida también como Cantata para la Fiesta de la Reforma, fue estrenada hacia 1730. Se trata de una versión amplificada de la cantata de cuaresma 80a, que Bach había compuesto en Weimar en 1715.Para adaptarla al nuevo marco eclesiástico, le agregó los movimientos primero y quinto y le cambió el coral conclusivo. Desafortunadamente, ambas versiones se perdieron. Así, la edición definitiva se basa en algunos viejos manuscritos.

La parte vocal incluye los cuatro solistas acostumbrados y un coro a cuatro voces. Y la instrumental, tres trompetas, timbales, dos oboes, dos violines, viola, chelo y continuo. Sin embargo la inclusión de trompetas y timbales -no prevista en la edición original- ha sido cuestionada por quienes opinan que con esos instrumentos la obra adquiere un carácter pomposo impropio de Bach. En el coro inicial, por ejemplo, el empleo de medios modestos permite que los factores esenciales de la expresión, vale decir: la maestría contrapuntística y la fuerza evocadora del texto, cumplan su función sin traba alguna. Lo mismo ocurre en el movimiento quinto, que emplea las altivas palabras de Lutero. La extraordinaria fuerza sugestiva de esta sección no es cuestión de timbres; no depende de trompetas y timbales; surge únicamente de la forma como el unísono del coro se opone a las figuras impetuosas de la orquesta.

En su versión definitiva, la cantata 80 consta de ocho movimientos: coro, dúo para bajo y soprano, recitativo para bajo, aria para soprano, coral, recitativo para tenor, dúo para contralto y tenor, y coral. Así los resume Geiringer: El primer movimiento es un coro magnífico que desarrolla las diferentes líneas melódicas del coral en fugas libremente construidas. El arte contrapuntístico sirve aquí para simbolizar la ley divina que rige al universo. En el movimiento quinto (Coral), las cuatro voces cantan de nuevo al unísono la melodía del himno. Alrededor de ellas la orquesta desencadenada traduce las imágenes de un texto que pinta un mundo en lucha contra las amenazas diabólicas. Quien escucha esta página grandiosa comprende que para el compositor el demonio representa un poder perfectamente real. La lucha termina cuando llegamos al coral conclusivo. Por cuarta vez se escucha el himno de la Reforma, y la asamblea de los fieles expresa en un sencillo canto su firme fe de cristianos.



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